jueves, 26 de noviembre de 2015

ORZONAGA - LLOMBERA - FAEDO - 22-11-15


    
1ª TRAVESÍA “ORZONAGA – LLOMBERA – FAEDO DE ORZONAGA - ORZONAGA”

22-11-15                 (Domingo)


            Hemos vuelto este domingo a Orzonaga para recorrer, esta vez sí, el hayedo cercano a este pueblo. Aunque ya sabíamos que estaba totalmente desprovisto de hojas y de su esplendor, la climatología nos aconsejó hacerlo por su sencillez y longitud. Este fin de semana hemos tenido el primer adelanto del invierno con nieve generalizada en toda la montaña, llegándose a acumular varios centímetros en algunos puntos de la misma con puertos de montaña ya con cadenas para vehículos.
Ante ello, estudié la ruta circular Coladilla, Valporquero, Valle, Coladilla, aunque ya de camino, y viendo lo cerrado que estaba el día, optamos por quedar en el valle anterior, el de Orzonaga, y hacer la ruta que había quedado pendiente hace 20 días. Solo Álvaro y yo nos animamos a hacerla, y no nos arrepentimos, ya que los paisajes nevados que vimos mereció la pena.
Sobre las 9:00 horas, con 5º C en el termómetro, le recogía en Villaobispo. Por la carretera del Torío fuimos avanzando mientras el cielo se cubría cada vez más y la nieve comenzaba a escaparse. A 20 kilómetros de León ya cubría los prados y tejados de los pueblos y la niebla impedía ver nada desde media altura. En La Estación de Matallana, nevando ya copiosamente, paramos a tomar un café antes de proseguir hasta Orzonaga, 1035 m, donde llegamos a las 9:50 horas. Al lado de la iglesia aparcamos y nos preparamos para la ruta. Apunto aquí que yo estrenaba botas y mochila.
A las 10:15 horas emprendimos la ruta cruzando el pueblo hacia el Oeste para salir por el camino del valle de La Portilla mientras la nieve seguía cayendo. Los árboles escoltaban dicha vereda y una capa blanca los cubría así como los prados en los que vimos algo de ganado pastando. A la derecha de este trazado había un antiguo cargadero de mineral de hormigón con la tolva en la parte alta. Frente a nosotros nos encontramos un rebaño de vacas que se dispersaron hacia los laterales amedrentadas al vernos.
El camino se encontraba embarrado e íbamos sorteando los charcos que encontrábamos en él. El paisaje era realmente bonito, y se acentuó aún más cuando el sol comenzó a abrirse paso entre las nubes dando un brillo espectacular al mismo. Por delante y a la izquierda, al otro lado del arroyo, se elevaban algunas cumbres pedregosas, La Peña del Águila o el Alto de las Velillas, todas “manchadas” por la nieve. Bajo ellas se emplaza el Faedo por el que luego bajaríamos. En el camino vimos también rodadas de algún vehículo que había pasado sobre el manto blanco. A las 11:40 horas llegamos al desvío de este hayedo, en el que una señal de madera indicaba la dirección al mismo y a Orzonaga. Eran las 11:40 horas y habíamos recorrido 3,300 Km.              
Como era pronto aún y el total de la ruta eran 9 kilómetros, decidimos subir hasta el collado de Gudina, a 100 metros de allí, para ver que se contemplaba desde él. No tardamos nada en llegar a esta cota de 1229 metros comprobando que se veía poco del paisaje del lado contrario. Emprendimos el descenso hacia esa parte por el ancho camino que baja a la carretera de las minas que une Santa Lucia y el Valle de Fenar y que ya habíamos visto en la ruta de hace unas semanas desde la loma de Los Sierros de San Miguel. En este tramo de bajada nos cruzamos con un todoterreno que subía. El camino estaba más inundado en esta zona y había que sortear los charcos y el barro.
No tardamos en ver frente a nosotros el pueblo de Llombera en un collado incluso más alto del que bajábamos. Llegamos de ese modo a la carretera que en ese punto se emplaza a 1200 metros de altitud. Por ella caminamos unos 100 metros antes de desviarnos a otra con el asfalto muy deteriorado que ascendía hacia Llombera a lo largo de unos 700 metros. En los árboles vimos numerosas “bolas” de muérdago entrelazado a las ramas.
A las 12:15 horas entramos en el pueblo encontrando una pequeña y bonita fuente helada con la figura de un niño. Nos encaminamos por las calles casi vacías de personal hasta llegar a la iglesia, cuyo pórtico estaba cerrado con una verja. Una escalera de caracol de piedra sube hasta el campanario del mismo material. Seguía nevando y nos tomamos la libertad de meternos un poco en una cochera abierta que encontramos. Allí llegó luego un vecino del pueblo con el que estuvimos charlando un buen rato. Como no era muy razonable ponernos a comer allí, decidimos seguir la ruta y hacerlo más adelante.
Este pueblo es muy alargado y se encuentra en un collado entre el Alto de Las Solanas y el Alto de La Peña, en el cual vimos varias antenas. El acceso principal es desde el Oeste por una carretera que sale de la nacional en Huergas de Gordón. Su altitud media es de 1255 metros. Hasta allí llevábamos hechos 5,500 Km.
A las 13:15 horas salíamos del pueblo tras pasar por la plaza de la ermita del Cristo. Descendimos hacia la carretera, por la que pasaban algunos coches muy de vez en cuando, y remontamos la pendiente hacia el collado Gudina. Antes de llegar al mismo nos encontramos con una pareja que bajaba y que estaba indecisa si ir al pueblo o no. Paramos un momento con ellos antes de alcanzar el collado y meternos poco después de lleno al Faedo.
Como apunté al comienzo, los árboles estaban totalmente pelados ya, pero algunos ejemplares de formas raras y grandes troncos adornados por la nieve y el verde musgo compensaban esa circunstancia. El hayedo es mas bien joven ya que la inmensa mayoría de ejemplares son de tronco delgado, pero entre ellos destacaban algunos a los que nos acercamos para sacar fotos. El camino muy destrozado por grandes surcos transcurre por el medio del bosque tapizado por las hojas cubiertas por un fino manto de nieve. Cruzamos una zona en la que se había formado un barranco que bajaba desde la base de las cumbres pedregosas de la parte alta.
Tras dejar atrás el bosque principal salimos a un claro desde donde vimos el pueblo en la confluencia de valles hacia el Noroeste. Volvimos a entrar en un segundo reducto de arboleda donde la pendiente del camino se hizo evidente hasta volver a dejar atrás el bosque. Alcanzamos el punto más alto de esta parte de la ruta al llegar a la cresta de la sierra por la que seguía el camino. Sabíamos que en un collado había un refugio, pero no en cual. Seguimos por aquella medianía que separaba el valle de Fenar del de Orzonaga y fue en este tramo cuando, entre un pequeño claro entre nieblas vimos la cumbre del Correcillas.
Llegamos entonces al collado Cimero, 1240 metros, donde comenzaba un gran pinar. Sin abandonar el camino de la ruta, que yo llevaba en el GPS, bajamos unos metros más antes de encontrarnos sin esperarlo con el refugio. Estaba metido en un recinto vallado y con un merendero con barbacoas en su exterior. La casa era de piedra con cubierta de tejas y en el interior, de unos 12 m2, había una mesa con bancos, sillas y una chimenea. Tenía dos ventanales, suelo de terrazo y se veía muy limpio y conservado. Muy pocos hemos encontrado así. Eran las 15:10 horas cuando llegamos a aquel punto tras 9,500 kilómetros. En su interior nos acomodamos para comer sin prisa y al resguardo de otra ventisca que descargó a esa hora.
Una hora después retomamos la marcha por el camino que allí se bifurcaba en otros tres ramales. Al fondo de una vaguada del Sur vimos una parte de Solana de Fenar. Entre altos pinos avanzamos más o menos a una altitud constante hasta que éstos fueron reemplazados por un bosque de robles. La nieve se había ido deshaciendo en el terreno porque desde hacía rato lo que caía era más agua que copos. El camino se estrechó entre los robles y numerosas escobas que crecían a la par y que contrastaban su color verde con el marrón de éstos.
A las 16:50 horas alcanzamos la cota de otro collado, el del Horno, 1149 m, desde el que tuvimos una amplia panorámica del valle principal del Torío con La Estación de Matallana en primer plano. Desde ese punto el camino emprendía una bajada de fuerte pendiente aunque con varios rodeos por el valle. Fue aquí donde vi pasar un par de grandes corzos de un lado a otro del camino. Seguíamos entre escobas y robles que estrechaban el paso en varios tramos. Varios regatos caían por la laderas en las que la nieve apenas era ya visible. Ya en la parte baja los prados dominaron las márgenes del camino justo antes de entrar en el pueblo a las 17:20 horas.
En la confluencia con la carretera hay una vagoneta minera y una gran piedra con el rótulo de “Orzonaga” labrado en chapa y troquelado con una lámpara detrás para iluminarlo por la noche. Allí nos sacamos una foto. En vez de seguir directos a la iglesia, nos metimos por un prado detrás de unas casas, entre éstas y el río. Un puente estrecho y de madera lisa lo cruzaba y me aventuré a pasarlo aunque pisando firme por la nieve que aún quedaba en él. No tenía protección alguna y tendría unos 60 centímetros de ancho a lo sumo. Álvaro no se atrevió con sus botas que le resbalaban demasiado. Mas adelante pasamos por la puerta de un taller artesanal en el que vimos, tanto dentro del portalón como fuera, numerosas figuras de madera y otros materiales. Unos metros después encontramos un curioso banco en el que el asiento era un gran baúl metálico cerrado con un candado. Al otro lado del río estaba el pequeño hórreo de madera que habíamos visto la vez anterior también. Eran las 17:40 horas cuando terminábamos la ruta al lado de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. El GPS nos marcaba 13 kilómetros recorridos y un desnivel acumulado de 445 metros.
Como llovía algo, nos metimos en el pórtico de la iglesia, situado en la parte contraria y con acceso a través de una portilla metálica. Allí nos cambiamos tranquilamente antes de ponernos en marcha sobre las 18:00 horas. Volvimos a parar en el bar de La Estación de Matallana donde me encontré con unos vecinos. Allí tomamos un  refrigerio y retomamos el regreso a León mientras la lluvia desaparecía. El cielo fue despejando y vimos la luna clara al poco tiempo. A las 19:10 horas dejaba a Álvaro en casa y 15 minutos después llegaba yo a la mía.
Acertamos a salir esta jornada invernal y con la zona escogida. El paisaje nevado en contraste con el bosque y el valle nos hizo disfrutar de una ruta realmente bonita.   
Oficialmente esta es mi salida número 500 de montaña en poco más de 30 años.                     
         
MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA GPS:

SALIENDO DE LEÓN
PRIMERA NIEVE DE LA TEMPORADA EN EL TORÍO

ESTACIÓN DE MATALLANA DE TORÍO
ORZONAGA




CARGADERO DE MINA
VALLE DE LA PORTILLA






PICO EL ÁGUILA




COLLADO GUDINA
LLOMBERA

MUÉRDAGO EN LOS ÁRBOLES

ENTRANDO EN LLOMBERA





CARRETERA DE LAS MINAS
SUBIENDO AL COLLADO

ENTRADA AL FAEDO DE ORZONAGA


EN EL FAEDO


ORZONAGA EN EL VALLE

CRESTA DE LA SIERRA ENTRE ORZONAGA Y VALLE DE FENAR
EL CORRECILLAS ENTRE NIEBLAS AL FONDO

COLLADO CIMERO

REFUGIO




PINARES Y ROBLEDALES ENTRE VALLES



ORZONAGA DE NUEVO
COLLADO DEL HORNO Y ESTACIÓN DE MATALLANA
DESCENSO A ORZONAGA

MONUMENTO AL MINERO


CURIOSO BANCO / BAÚL
TERMINANDO LA RUTA
LUNA CLARA EN EL REGRESO


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