EL BLOG DE JAVI GALLEGO: HATO Y LOTO

miércoles, 8 de junio de 2016

HATO Y LOTO - 05-06-16

1ª ASCENSIÓN A LOS PICOS “HATO” Y “LOTO (Horcadas)

05-06-16 (Domingo)

Este primer domingo de Junio hemos ido hasta Horcadas, en la zona de Riaño, para ascender un par de cumbres que el club ya había hecho hace un tiempo, pero que yo aún tenía pendientes, el pico Hato y el Loto. Teníamos tres alternativas para el inicio de la ruta: Horcadas, Remolina o Tejerina, optando por la primera de ellas casi sobre la marcha.

Sobre las 8:00 horas salí de casa y recogí a Mª Jesús y a José Luis en las suyas. Ya en Guzmán esperaban Antonio y Álvaro, con los que completamos el pequeño grupo animado en esta ocasión. No sé porqué me lié al salir de la ciudad y dimos un buen rodeo por las calles antes de coger la autovía hacia Puente Villarente donde enlazamos con la carretera hacia Boñar. El cielo se mantenía despejado durante este trayecto y así llegamos a la entrada de esta villa donde cambiamos de dirección hacia el valle de Sabero. Fue en el mismo donde la niebla cerrada nos envolvió durante unos kilómetros antes de ir abriendo de nuevo ya camino de Riaño.

A las 9:45 horas llegamos a Horcadas, 1120 m, donde lucía el sol pero las cumbres se mantenían ocultas. El bar estaba aún cerrado, por lo que no pudimos tomar nada antes de salir. Nos preparamos en la plaza cerca de una fuente y a las 10:20 horas comenzamos a caminar hacia el Sudoeste saliendo del pueblo por la carretera y pasando cerca del consultorio médico. A los 300 metros nos desviamos siguiendo una señal de la ruta “PR LE 25 - Puerto de Horcadas”. Yo llevaba la ruta metida en el GPS por el que nos íbamos guiando.

Por un camino entre verde arboleda y matorral florido comenzamos a ascender hasta llegar poco más adelante a un túnel bajo la carretera nacional y lo atravesamos. Poco a poco fue despejando el cielo y vimos hacia atrás las cumbres de Peñas Pintas y el Gilbo. También hacia delante emergían otras de la zona a la que íbamos, pero no identificábamos aún cuales. Llegamos a un descampado, los Cuetos del Pando, donde estaba aparcado un todoterreno que nos había adelantado anteriormente y donde disfrutamos de una bella panorámica de las dos cumbres anteriores con un manto verde y florido en primer plano. Desde allí nos fuimos metiendo en el cerrado valle de La Prada cuya parte alta aún se veía cerrada por la niebla.

El camino se fue convirtiendo en sendero que subía por la parte derecha del arroyo entre arboleda variada de gran verdor. La pendiente se había acentuado visiblemente y a mí, que no iba en la mejor forma ese día, me costaba subir. Algunos pedreros de grandes rocas cubrían algunas partes de la ladera y cruzaban el sendero hacia el cauce. Poco a poco fue ampliándose el paisaje hacia atrás y no tardamos en divisar el macizo Central y el Occidental de Picos de Europa en la lejanía, entre otros más. Bajo el Gilbo veíamos también Horcadas.

El sendero trazó algunos zigzag ya en la parte alta donde la arboleda iba desapareciendo y se encajonaba el valle entre grandes peñascos. En esa zona mana entre rocas la fuente de La Prada y un pequeño cartel indica su ausencia de garantías sanitarias. Los pocos árboles que iban quedando tenían troncos de gran grosor.

Así salimos a una verde campa con una rocas en la parte alta a las que habían llegado ya Antonio y Álvaro, que iban con prisa.... Nos sacamos una foto en esta pradera situada a unos 1530 metros de altitud antes de proseguir el ascenso hacia la izquierda del valle. Por la pendiente campa ganamos altura hasta llegar los Puertos de Horcadas, 1571 m, collado que da paso al valle del arroyo de Horcadas por el que bajaríamos luego.

Hacia el Sur veíamos el cordal del pico Hato y el Loto que cerraba circo por el Este con el Cueto Mancebo y la Piedra del Agua formando la cabecera de este valle del arroyo Horcadas. Yo no llevaba mapa de la zona, solo el GPS, y una desventaja que tiene es la escasa pantalla donde los detalles son un poco imprecisos. Fue por ello por lo que en un principio no identificamos el pico Hato como la primera de las cumbres que teníamos en el cordal. Antonio y Álvaro volvieron a coger carrerilla después de unirse en el collado mientras nosotros tres lo tomamos con más calma.

El sendero iba unos metros por debajo de la línea cimera en el valle de Horcadas, aunque durante unos metros cambió al contrario y vimos Remolina en su fondo. También comenzamos a divisar el pantano de Riaño con este pueblo a su vera. La pirámide del Espigüete emergía detrás de la collada entre la Piedra del Agua y el Cueto Mancebo, a la que también llegaríamos más tarde. Cuando llegamos a la collada anterior al Loto, cumbre en la que ya estaban los dos compañeros adelantados, comprobé que el Hato era la cima del lado contrario, la del Oeste, y que bien podíamos haber subido desde el collado anterior. Como hasta su cumbre había tan solo unos 80 metros de desnivel, Mª Jesús y yo decidimos subir. José Luis ya se había adelantado por la loma del Loto y no quiso bajarlos ya.

Desde ese collado emplazado a 1672 metros emprendimos la subida por la fuerte pendiente entre algunos matorrales espesos hasta alcanzar la cumbre en 20 minutos cuando eran las 13:23 horas. En esta cima del pico Hato, 1752 m, no encontramos buzón ni señal alguna de cumbre y entre unas rocas apiladas dejamos nuestra tarjeta. Cerca del collado vimos un gran rebaño de ovejas que venían desde una majada más baja. Teníamos Remolina en el valle contrario y se veían numerosas cumbres detrás de él. Los Janos, Aguasalio, Cerroso, Rionda, Moro, etc, etc.

Nos sacamos unas fotos y enseguida emprendimos de nuevo el descenso. Esta vez cogimos otro sendero diferente que bajaba también a la collada que alcanzamos a las 13:55 horas. Sin más retrasos comenzamos a remontar la loma del Loto por otro sendero en la pradera pegada a la roca. Encontramos en ella varios corros de orugas procesionarias, algunas con franjas de vivos colores. Con tranquilidad ganamos los 136 metros de desnivel desde dicho collado a la cumbre que alcanzamos a las 14:40 horas.

En esta cima nos sacamos unas fotos antes de acomodarnos nosotros a comer. Además del vértice geodésico, hay un bonito buzón metálico con la figura de un montañero, una cruz, dos placas y un aspa marcando los puntos cardinales. Aunque no hacía frío, el vientecillo que corría y llegar sudando, nos hizo abrigar un poco. Negros nubarrones iban apareciendo por el Sudoeste y podían amenazar tormenta.

Mientras comíamos disfrutamos de la impresionante vista que teníamos desde aquella cima de 1808 metros de altitud. Por nombrar algunas de las cumbres divisadas: Peña Corada, ascendida hace un mes por nosotros, la teníamos a “tiro de piedra”. También cercanas estaban el Moro, Peña Rionda, el Cerroso, Aguasalio, Los Janos o Peñas Pintas. Más alejadas veíamos las cumbres de San Isidro como Torres, Ausente, etc. Los Mampodres, Picos de Europa, Peña Ten, varias de San Glorio como Coriscao, Peña Prieta o Tres Provincias. En Palencia, el Murcia, Espigüete e incluso el Curavacas. En la misma sierra del Loto teníamos el Hato al Oeste y el Cueto Mancebo y la Piedra del Agua al Noroeste. Por contra, solo dos pueblos eran visibles en los valles: Tejerina y Prioro, quedando el resto de los cercanos ocultos tras las cimas.

A las 16:20 horas emprendimos el descenso. Decidimos hacerlo por la parte contraria siguiendo una línea de cumbre un tanto afilada por la que se marcaba un sendero que subía y bajaba de la cresta continuamente. Antonio decidió coger otro que iba más abajo y al final acertó. Aunque el nuestro no tenía dificultad alguna, en ciertos tramos había que extremar la precaución por la caída que había hacia ambos lados. Muchas formaciones no eran calizas, si no un conglomerado de piedras y cantos redondos muy común desde esa zona hacia el puerto de San Glorio.

Pasamos este tramo y alcanzamos el collado anterior al Cueto Mancebo desde el que continuaba un sendero por la alfombra verde tapizada de flores hacia el siguiente collado. Nos metimos entre algo de matorral también en este trayecto cabecera del valle de Horcadas. Así llegamos al collado entre el Cueto Mancebo y la Piedra del Agua, cumbre que también habíamos comentado como posible a ascender ese día. Yo desde luego no iba a hacerlo y el resto tampoco se animó al final.

Desde esa cota de 1657 metros emprendimos el descenso por el sendero entre escobas y otros arbustos un poco más “agresivos” como zarzas que nos dejaron algún que otro rasguño. En un corro descampado había varios huesos de una res. También encontramos varias setas que algunos fueron cogiendo. En varias piedras y troncos vimos marcas rosas de la ruta que pasa desde Horcadas a Tejerina por la collada que habíamos dejado atrás. Cruzamos el arroyo Horcadas en algunos puntos que lo hacía el sendero antes de llegar a una cancilla ya en la parte baja. Allí saqué unas bonitas fotos de una mariposa en una de las escobas floridas. En la vaguada de frente, la que baja de la primera collada que habíamos alcanzado por la mañana, vimos un pequeño refugio. Por ella desciende el “PR LE 25 - Puerto de Horcadas” al que nos incorporamos de nuevo justo antes de entrar en la Hoz Oscura.

Cruzamos otro cierre para el ganado al comienzo de este desfiladero donde unas grandes agujas de roca se elevaban a ambos lados del mismo. El camino bajaba paralelo al arroyo Horcadas en el que se formaban algunos pequeños saltos. La vegetación abundaba también entre la piedra y en el cauce del regato. En las paredes de roca vimos unos extraños estratos que parecían haber sido excavados por el hombre, aunque no tenía mucho sentido en el lugar donde estaban.

Salimos del estrecho y las paredes se convirtieron en laderas llenas de escobas y arbustos floridos. Pasamos al lado de una caseta de piedra cerca de la cual caía una cascada de otro arroyo lateral. Sobre el cauce principal encontramos un puente de madera que no había que cruzar y en el que nos hicimos unas fotos. Más adelante vimos otro similar.

Ya con la carretera a la vista, y mirando atrás, apareció de nuevo la cumbre del pico Loto. De frente volvíamos a ver también Peñas Pintas y el Gilbo. Cruzamos un túnel bajo la carretera y tras él nos encontramos entre prados donde pastaban algunas vacas. Poco a poco fue surgiendo el pueblo por delante y en pocos minutos entramos en él a las 19:20 horas. Nos restaban algunos metros más hasta llegar a la plaza donde terminamos la ruta. El GPS nos daba estos datos: 790 metros de desnivel acumulado y 11,400 Km. recorridos.

Nos cambiamos sin prisa mientras algunos pajarillos se posaban en la pradera de la fuente allí mismo. En media hora estuvimos listos para emprender el regreso. Decidimos parar en Crémenes a tomar un refrigerio en uno de los bares. Allí estuvimos hasta las 20:30 horas que retomamos el viaje hacia León mientras el sol se iba poniendo en el horizonte. Volvimos por Sabero y Boñar hacia Puente Villarente donde enlazamos con la autovía a la ciudad donde llegamos a las 21:35 horas. En Guzmán quedaron Antonio y Álvaro y llevé a José Luis y a Mª Jesús a casa antes de llegar yo a la mía a las 22:00 horas.

Buena jornada la que tuvimos este domingo en la que he sumado un par de cumbres nuevas, pero sobre todo, lo que importa al fin y al cabo, es el disfrute de ese bello entorno que es la montaña.

MAPA ESQUEMA