viernes, 15 de enero de 2016

TOLIBIA DE ARRIBA - 10-01-16




RUTA POR “TOLIBIA DE ARRIBA”   (Intento de ascensión al Mahón)


10-01-16                        (Domingo)


Al igual que el pasado año, comenzamos éste con una ascensión truncada por la nieve y el mal tiempo, aunque la previsión ya nos los anunciaba. Lo que no me esperaba era encontrar tanta nieve, unos 30 cm en la parte media del valle. Además, ese día iba yo en mala forma debido al fuerte catarro que aún se mantiene unos días después. La intención era subir al pico Mahón, y si no es por ello igual si lo hubiésemos hecho.
A esta primera ruta, programada particularmente, solo nos hemos animado tres personas: Antonio, Álvaro y yo. En mi furgoneta salimos a las 8:30 horas de Villaobispo tras recoger a los dos compañeros. Por la carretera del Torío avanzamos mientras comenzaban a caer los primeros copos de nieve pocos kilómetros después. En Robles nos desviamos hacia La Vecilla y aquí hacia el Norte. Pasamos las Hoces de Valdeteja y llegamos a Tolibia de Abajo donde paramos a tomar un café en el bar de la carretera. Eran las 9:30 horas.
Media hora más tarde retomamos la marcha para subir a Tolibia de Arriba, 1240 m, donde aparcamos a las 10:15 horas. En el pórtico de la iglesia nos preparamos para la ruta mientras seguía cayendo agua-nieve, la temperatura no era muy baja sin embargo. A las 10:25 horas emprendimos la marcha cruzando el arroyo de Las Tolibias por un puente para enseguida meternos en el valle por el que bajaba el mismo.
El ancho camino comenzó a ascender paralelamente a la loma derecha de este valle cubierto totalmente por la nieve, aunque en esta parte baja aún no muy compacta. Dejamos a un lado algunas formaciones rocosas y mirando atrás, tuvimos una bonita panorámica del pueblo. Yo comenzaba a sufrir los efectos del agotamiento por el fuerte catarro que tenía y me hizo ralentizar la marcha.
La niebla impedía ver ningún paisaje de media altura hacia arriba y cada vez la nieve se escapaba más abundante. Así nos metimos de lleno en el bonito hayedo, que aunque desprovisto de hojas, evidentemente, la nieve que lo cubría creaba un bello espectáculo visual. La capa blanca se fue agrandando y de las ramas caían de continuo grandes bolas encima de nosotros. Que “gusto” cuando alguna se colaba por el cuello y la espalda....
Como yo veía que cada vez me costaba más avanzar, decidí pasarle al GPS a Álvaro para que al menos ellos dos continuasen hasta donde pudiesen. Al final optaron por bajar el ritmo y seguir todos juntos, lo cual también es de agradecer. Algunos arroyos cruzaban el camino y vimos bonitas cascadas de escaso desnivel, pero agraciadas en aquel paisaje nevado y arbolado.
Hicimos una pequeña parada y comimos unas galletas para reponer energías. El ramaje formaba un túnel sobre el camino en varios tramos y trazó algunos zizg-zazg antes de abandonar el bosque encima de una loma. Allí la capa de nieve rondaba los 25 centímetros más o menos y ya costaba un poco de esfuerzo abrirse rastro entre ella. El camino se difuminaba y desaparecía en varios lugares bajo el manto blanco. La niebla estaba cada vez más cerca y el paisaje disminuía en proporción. Con ese panorama decidimos abandonar la idea de seguir hacia el Mahón, para el que aún nos restaba más de la mitad de lo caminado, aunque menos desnivel. Si yo no hubiese ido tan mal de fuerzas sí hubiésemos seguido, al menos algo más. Estábamos allí a 1580 metros y eran las 12:40 horas.
En el GPS vimos que más adelante estaba el punto en el que había que abandonar el camino para subir hacia la cresta mientras éste daba un giro para descender hacia el valle. Optamos entonces por seguirlo y cerrar el recorrido circular sin más complicaciones. Volvimos a meternos un trecho entre el hayedo y seguidamente otro tramo en el que el camino, ya casi sendero, estaba invadido por escobas que nos cerraban el paso. Cruzamos algunos arroyos más mientras ladeábamos el valle aún con dirección a la cabecera encima de la cual se emplazaba el Mahón, que no vimos en todo el día por la niebla cerrada de la parte alta. En la nieve seguimos las huellas de un pequeño animal durante un buen tramo y vimos su madriguera bajo unas ramas.
Poco a poco fuimos perdiendo altura y así divisamos una nave ganadera por delante de nosotros hacia la que bajamos siguiendo el camino cegado por la nieve. Perdimos altura rápidamente  y llegamos a dicha edificación a las 14:10 horas. Además había una fuente con pilón en la que el osado de Antonio se refrescó la cabeza entera. Dentro de la nave abierta había maquinaria y el suelo estaba cubierto de excrementos de ovejas. Íbamos a comer allí, pero no me pareció el lugar adecuado. Si no hubiese más remedio, vale, pero aún no era tarde.
Allí dimos un giro completo para emprender el regreso al pueblo por un camino mejor marcado y que seguía descendiendo hacia el fondo del valle. En este punto nos encontramos con que había que pasar el arroyo, que más bien era río, y sin puente. Pues bien, Antonio se dispuso a hacerlo por unas piedras cuando una de ellas se le fue y él con ella. Gracias a que reaccionó rápido no fue más grave la caída al agarrase a otra roca más sujeta y salir corriendo hacia la orilla opuesta sin pensarlo dos veces. Yo lo estaba grabando todo y la verdad es que es divertido, a sabiendas que el susto no pasó de una pequeña mojadura. Podía haberse empapado entero y además haberse hecho mucho daño en el sitio donde cayó. Álvaro y yo, tras buscar sin éxito otro paso mejor, lo hicimos corriendo por el medio del cauce.       
Ya en el camino principal del valle nos restaba 1,500 Km para llegar al pueblo. Algunos tapiales de baja altura y de piedras escoltaban este último tramo y nos separaban de prados en los que aún se acumulaba la nieve, a pesar de que aquí mucha se había quitado al llover desde hacía rato. Cruzamos un pequeño reguero y antes de entrar en Tolibia pasamos un buen tramo encharcado y lleno de estiércol de una nave ganadera cercana que nos ensució las botas que habíamos conseguido mantener limpias hasta ese momento. Es ya común encontrarse los tramos embarrados justo antes de terminar la ruta.
Eran las tres de la tarde cuando entramos en el pueblo y en otro prado vimos un enorme toro. En cinco minutos llegamos a la plaza de la iglesia en la que teníamos la furgoneta y terminamos la ruta de la que el GPS nos dio estos datos: 7,300 Km. y 350 metros de desnivel acumulado.
En el pórtico nos cambiamos de ropa y allí mismo comimos. A las 16:00 horas recogimos todo para emprender el regreso. Antes de salir del pueblo paré a saludar a unos conocidos que viven allí. Camino de Tolibia de Abajo teníamos de frente el impresionante Bodón del que tampoco se veía mas allá de media altura, luego despejó un poco más. En este pueblo volvimos a parar en el bar a tomar otro refrigerio y nos entretuvimos de charla hasta casi las cinco y media.
En el regreso nos acompañó lluvia durante todo el trayecto hasta la misma ciudad. Me despedí de Álvaro primero y luego dejé a Antonio en casa antes de terminar el viaje en Armunia a las 18:30 horas.
Así transcurrió la primera de las muchas rutas que esperamos hacer a lo largo de este 2016.

 MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA GPS:
NIEVE EN EL TORÍO

BODÓN DESDE TOLIBIA DE ABAJO
TOLIBIA DE ARRIBA


VALLE DE LAS TOLIBIAS


ENTRANDO EN EL HAYEDO



CASCADAS EN LA RUTA




POR LA CRESTA


ARROYOS CRUZANDO EL SENDERO
PANORÁMICA DEL VALLE

BAJANDO A LA NAVE GANADERA


CRUCE DEL ARROYO DE LAS TOLIBIAS


CAMINO DE REGRESO A TOLIBIA


ENORME TORO EN UN PRADO DEL PUEBLO

EL BODÓN CAMINO DE TOLIBIA DE ARRIBA
HOCES DE VALDETEJA
LEÓN


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