sábado, 28 de junio de 2014

PAISAJE LUNAR DE LOS ESCURRIALES - 11-06-14



1ª TRAVESÍA “PAISAJE LUNAR LOS ESCURRIALES” (Vilaflor - Tenerife)



11-06-14                         (Miércoles)

Segunda y última travesía que hice en Tenerife. En esta ocasión se trató de una ruta totalmente diferente a la anterior, transcurriendo ésta por una zona un tanto desolada y relativamente árida en la que solo los pinos campaban a sus anchas en el terreno volcánico por la que discurre.

Tras salir del hotel a las 8:20 horas me encaminé a Vilaflor, localidad situada al sur del Teide que bordeé por la carretera entre paisaje volcánico y de lava que lo cubre. He hecho otra parada como el otro día en las Roques de García, formaciones rocosas desde las que se tiene una amplia vista de la cara sur del Teide, en cuya plataforma superior recorrí el otro día los senderos ya descritos en el anterior resumen. También pueden contemplarse los amplios campos de lava que cubren toda la parte baja de esta estepa.

Con la reserva de gasolina ya encendida llegué a Vilaflor donde llené el depósito y donde me indicaron el desvío de la pista hacia la ruta. Retrocedí por la carretera hasta dicho desvío en el que unos carteles informativos explicaban la misma. Por la pista recorrí casi 4 Km. hasta llegar al cruce con la ruta, que realmente parte del pueblo, pero que se puede acortar unos 2 kilómetros de subida yendo por dicha pista. Aparqué el coche unos 300 metros más delante de dicho enlace y me preparé para la ruta. Desde Puerto de la Cruz hay 80 Km. 

A las 10:55 horas, y a 1665 metros de altitud, comencé a caminar por la pista esos 300 metros hasta el enlace con la senda que comenzaba a subir hacia el Paisaje Lunar denominada PR-TF 72 y que coincidía en un tramo con el GR 131 Anaga-Chasna. Otro cartel informativo avisaba de unas jornadas de caza mayor que precisamente tenían lugar ese día entre otros más alternos. En la ruta escuché un par de tiros lejanos.

Allí me encontré con un matrimonio ya mayor que también se dirigía al mismo lugar y que venían del pueblo. Con ellos caminé un rato antes de adelantarme. Pocos metros después del comienzo de la senda se encuentra el punto en el que se une el ramal de ida y de vuelta. Dejé atrás un merendero y entre pinares y terreno pedregoso fui ganando altura por el ancho sendero delimitado en todo momento por una doble hilera de piedras. El calor ya era sofocante y bebía agua frecuentemente, aunque se me había olvidado llenar la botella y llevaba solo un litro. Crucé una pista y atravesé una cancilla metálica desde la que me hice una auto-foto. No tardando llegué a los restos de una casa marcada en el mapa como “Casa Marrubial”.

El camino aún más ancho seguía subiendo entre los pinos muy dispersos que dejaban colar el sol sofocante. De esa forma llegué a lo que era un aperitivo del paisaje. Se trataba de unas formaciones de tierra y rocas claras donde podían verse los estratos netamente. Por allí se acentuó la pendiente en un tramo en el que también podía verse el terreno más irregular y claramente volcánico. De frente se elevaba un cerro alto y detrás una cumbre que por el mapa identifiqué como el pico Guajara de 2717 m.

Vi más adelante una canalización estrecha y de piedra que bajaba de la parta alta hasta una especie de piscina también de piedra y que luego continuaba su descenso y cuyo uso no logré descifrar. En el regreso volví a ver un tramo.

A las doce del mediodía llegué al punto más alto de la ruta, 1965 m, en el que se desviaba del GR 131 Anaga-Chasna para emprender un fuerte descenso hacia el Paisaje Lunar en sí. Por un medio sendero embarrancado perdí altura rápidamente viendo enseguida las formaciones en el fondo del barranco. Alcancé poco después un mirador sobre dicho paraje en el que había unos jóvenes y situado a 1869 metros de altura. El descenso hasta la parte baja del paisaje lo hice por un sendero estrecho que bajaba por la ladera resbaladiza entre algunos pinos medio perdido. Abajo vi a un hombre que me confirmó que iba bien tras preguntarle casi por señas.

A las 12:25 horas me situaba a la vera de uno de los dos conjuntos de formaciones de aspecto espectacular formadas por numerosas torretas de roca arenisca blanquecina imposibles de describir fielmente. Me saqué unas fotos con el trípode y continué bajando hacia las segundas, un poco más incrustadas en la pared del barranco, pero igual de espectaculares. La zona mas baja de esa parte del barranco estaba a 1830 metros de altitud.

Tras situarme bajo esas paredes decidí subir por otro sendero más resbaladizo hacia la parte alta de las mismas. Allí vi los restos de otra edificación y un enorme pino de tronco descomunal en el que me saqué una foto. Estaba situado en la parte contraria del mirador y encima del segundo conjunto de formaciones. Allí la altura era de 1885 metros y llevaba caminados 4,600 Km.

En las paredes podían verse los estratos con formas retorcidas y con diferentes tonalidades. Volví a descender hacia el fondo y comencé a remontar el sendero de subida. Mientras ganaba altura veía como la niebla se cerraba en la parte alta. En el mirador había un panel informativo sobre la formación de este rincón.

De allí mismo continuaba el sendero que retomé a las 13:30 horas y que enseguida comprobé que cambiaba sustancialmente del tramo de subida. Había algo más de vegetación y los pinos eran mas espesos y también vi alguna flor. En un determinado punto vi la costa Sur y una gran población. Más abajo enlacé con una ancha pista que según el GPS era la que me llevaba al coche directamente. Por ella bajé un tramo dejando atrás un pino que crecía en medio antes de desviarme a otro sendero. En él me encontré con el matrimonio del comienzo con quien hice el resto del trayecto. Volví a ver la canalización que antes ya mencioné y más adelante llegué al Pino Padre, un gran ejemplar cercano a otros restos de casa de piedra donde volvió a lucir el sol. Desde allí podía haber atajado al coche, que lo tenía a “tiro de piedra”, pero decidí terminar la ruta por el sendero oficial.

El sendero siguió bajando hasta cerrar el lazo en el enlace con el ramal de subida. Pocos metros restaban de la pista a la que salimos a las 14:45 horas. Ofrecí al matrimonio aquel bajarles en el coche al pueblo, pero optaron por hacerlo por la senda. Tras los 300 metros por la pista terminé la ruta en el coche a las 14:55 horas y tras 9,500 Km. Desnivel acumulado: 470 metros.

Por resumir un poco el resto de la jornada. Continué bajando hacia el Sur y paré en San Isidro donde comí en un bar. Allí enlacé con la autovía que me llevó a Candelaria, población en la que se encuentra la basílica del mismo nombre, patrona de Canarias. Visité dicho templo y me di un paseo por las calles cercanas. A las 18:30 horas retomaba el viaje hacia Santa Cruz, que dejé atrás llegando a las 19:20 horas a la playa de Las Teresitas, en San Andrés.

Decidí dar un paseo por ella, y viendo lo calmada que estaba y lo suave que bajaba, no dudé en darme un baño improvisado y con lo que llevaba puesto, o casi.... Me relajé un rato dentro del agua y salí ya con el sol poniéndose detrás de los montes de las Mercedes, en Anaga. Sin más emprendí el viaje de regreso a Puerto de la Cruz mientras tenía una bella vista del Teide al atardecer. Lástima que iba por autovía y no podía parar a sacar fotos. 

A las 21:15 horas llegaba a Puerto de la Cruz tras la última jornada completa en Tenerife.                 


MAPA ESQUEMA



CAMINO DEL TEIDE



ROQUES DE GARCÍA Y TEIDE

RUTA DEL PAISAJE LUNAR
PARAJE VOLCÁNICO ENTRE PINARES



PRIMERAS FORMACIONES


EL PAISAJE DESDE LA PARTE ALTA

EN EL CURIOSO PARAJE  







ENORME PINO EN LA PARTE ALTA



LA NIEBLA ENTRABA EN EL BARRANCO
CERRANDO EL CIRCUITO CIRCULAR ENTRE PINARES


EL PINO PADRE
RESTOS DE UNA CABAÑA CASI AL FINAL DE LA RUTA

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